Super Mario 64

		Super Mario 64 puso las bases sobre el control en 3 dimensiones. El jugador, ahora, debe tener en cuenta dos parámetros: controlar al personaje y controlar la cámara. De esta manera, se rompían los esquemas de los Marios 2D, ahora, la exploración por los mundos era vital, un reto y un placer. El control era preciso y los gráficos resultaban una auténtica evolución.
La opción multijugador de Nintendo 64 también fue una evolución para los jugadores, fue la primera que permitió jugar a 4 personas a la vez y propició títulos como Mario Kart 64. La aventura, en esta ocasión, se desarrolla en el castillo de Peach, Mario se dirge hacia allí en busca del pastel que la princesa ha preparado para él. Cuando llega, Bowser la ha capturado  y controla las estrellas del castllo. Mario deberá internarse en la fortaleza y encontrar las estrellas que los secuaces de Bowser han escondido.  Las habilidades de nuestro héroe se amplían en este juego, Mario puede caminar, correr, agacharse, gatear, nadar, escalar, saltar... El salto, además, siendo el movimiento más característico, amplía su espectro de posibilidades, existe los saltos dobles y triples, los saltos hacia atrás, el salto en la pared, entre otros.	El jugador puede explorar cada mundo de la manera que más le apetezca, en cada uno de estos niveles Mario deberá enfrentarse a multitud de enemigos, aunque también encontrará a seres que le ayudarán, se proponen desafíos que al ser resuletos tendrán como recompensa una estrella, desafíos como combates con jefes, resolución de acertijos, ganar carreras... Entre los objetos que le otorgan poderes destcan tres gorras: la que le permite volar, la que le vuelve inmune a casi todo y la que le hace casi inmaterial. Con ellas y muchos secretos a los que se accede en el transcurso del juego, Mario lo tendrá más fácil
Uno de los juegos más revolucionarios de la historia por ser el primero en hacer uso de un joystick analógico para un desarrollo completamente en 3D, que, posteriormente, la consola virtual de Wii nos ofrece la posibilidad de revivirlo en la nueva generación.
Al cambiar de dos a tres dimensiones, Super Mario 64 reemplazó la tradicional pista de obstáculos de los juegos de plataformas por vastos mundos en los que el jugador debe completar múltiples y diversas misiones, colocando el énfasis en la exploración,  obligándonos en ocasiones a barrer hasta el último rincón de un nivel en busca de esa escurridiza estrella que nos falta.